La textura de una crema para estrías puede variar según los ingredientes y la fórmula específica. Sin embargo, en general, una crema para estrías debe ser:
Suave puede ser ligera o densa: Debe deslizarse fácilmente sobre la piel.
Hidratante: Debe aportar humedad a la piel para mantenerla flexible y elástica.
De rápida absorción: Debe absorberse rápidamente en la piel sin dejar residuos.